Consideras que tu conexión se está yendo al carajo y te sientes víctima de una estafa por el mal servicio de tu ISP (proveedor de servicio de internet). La situación tiene una respuesta lógica.
No son los síntomas de un problema con tu computadora, pudiera ser el caso pero no. También le sucede a cientos, miles o millones de usuarios más que los frena la dudosa calidad del servicio que tienen contratado. Este asunto llego a las puertas de Ofcom (Departamento de Comunicaciones) una institución autorizada por el gobierno del Reino Unido para regular el asunto de las telecomunicaciones en ese país europeo.
Todo empieza en las campañas publicitarias que realizan los ISPs en los medios, con el fin de atraer nuevos clientes confiados en los servicios de conexión de banda ancha que exhiben. Todo es un bonito cuento de hadas hasta que la realidad se deja entrever. Si el anuncio decía "hasta 50 Mbps" se entiende que ocasionalmente llegara a esa velocidad, marcada como tope, pero el problema radica en la omisión de notificarle al cliente que obtendrá una conexión promedio de X velocidad, por ende la confusión y otros parámetros más acaban en quejas contra el proveedor.
En ese sentido se pretende manejar el término Typical Speed Rates (índice de velocidad típica) que no viene siendo otra cosa que un nivel de velocidad normal o común en la conexión a internet y abajo de este nivel indica que algo anda mal, es hora de llamar a soporte técnico.
Aclarando, para una conexión a internet optima tienen que ver muchos factores tales como: tipo de proveedor (cable, fibra, inalámbrico, línea telefónica), tipo de servicios que usamos en internet, hora de conexión, lugar desde donde se accede a internet y hacia donde se conecta, el estado optimo de la computadora o dispositivo, si se conecta por medio de una conexión compartida (una red local), distancia hasta la central del proveedor, esto debido al material del cable, fibra u obstáculos en redes inalámbricas pueden disminuir el nivel de velocidad.
A fin de cuentas es un derecho como cliente tener claro lo que estamos pagando y se nos detalle no solo verbalmente en anuncio sino también por escrito las limitaciones y garantías del servicio, eso si es una sana práctica de ejercer mercadotecnia en el consumidor.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario